Chile avanza en eficiencia energética con proyecto de bombas frío-calor en la industria láctea

Entre el 13 y el 17 de enero se llevó a cabo una misión técnica en el país, que tuvo como objetivo identificar empresas para la implementación de esta tecnología que permite mayor eficiencia energética y la eliminación progresiva de refrigerantes con alto impacto ambiental como los HFC (Hidrofluorocarbonos), entre otros beneficios.

La Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), concluyó hace unos días una misión técnica liderada por Agustín Sánchez, consultor internacional, enfocada en la implementación de sistemas de bombas frío-calor en el sector lácteo chileno. Esta tecnología busca transformar los procesos productivos al ofrecer eficiencia energética, reducción de emisiones y la eliminación progresiva de refrigerantes de alto impacto ambiental, como los HFC.

La misión, llevada a cabo entre el 13 y el 17 de enero de 2025, tuvo como objetivo identificar empresas y proyectos potenciales que representen casos replicables y representativos para la implementación de esta tecnología en el país. Para esto, el consultor visitó diversas plantas de producción láctea, seleccionadas por su interés en participar como proyectos piloto, las que incluyeron empresas como Quillayes Surlat, Chilolac, Comercial de Campo y Quesos Santa Marta. Durante las inspecciones, se analizaron los niveles de consumo energético en los procesos de frío y calor, además del uso de combustibles fósiles y refrigerantes fluorados, ente otros aspectos técnicos.

“Esta misión nos permitió constatar la relevancia del uso de bombas frío-calor para resolver problemas energéticos críticos en la industria. Muchas de las empresas que visitamos tienen un compromiso notable con el medio ambiente, pero sus sistemas actuales presentan fugas significativas de energía y refrigerantes, lo que genera un costo ambiental y económico elevado”, señaló Agustín Sánchez.

Un compromiso con la sostenibilidad

Las bombas frío-calor, además de ser una solución altamente eficiente, permiten optimizar el uso de energía tanto en la refrigeración como en la calefacción, contribuyendo directamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, de esta forma, al cumplimiento de los compromisos asumidos por Chile bajo el Protocolo de Montreal y su Enmienda de Kigali. (Ver recuadro).

“El interés mostrado por las empresas para adoptar esta tecnología es un reflejo del compromiso del sector lácteo con la sostenibilidad. Sin embargo, la falta de recursos financieros sigue siendo un desafío importante para avanzar hacia procesos más limpios y eficientes”, afirmó Sánchez-Guevara.

Actualmente, el proyecto se encuentra en una etapa inicial de diagnóstico y preparación, enfocándose en diseñar lineamientos claros de eficiencia energética y negociar financiamiento con el Comité Ejecutivo del Protocolo de Montreal. “Lo que viene es esencial: garantizar los recursos necesarios para la adquisición, instalación y operación de estas tecnologías, además de desarrollar criterios que impulsen su replicación en otros sectores industriales. Este proyecto beneficiará al medio ambiente y también a la economía chilena, al reducir costos energéticos y mejorar la competitividad”, explicó Sánchez-Guevara.

Impacto para el sector productivo chileno

La adopción de bombas frío-calor en la industria láctea podría ser el inicio de un cambio en el país. Este proyecto tiene el potencial de generar un efecto multiplicador en otros sectores, sentando las bases para una transición hacia tecnologías más limpias y sostenibles, tal como señaló el consultor: “Con este proyecto, estamos marcando un precedente para la industria nacional. Reduciremos las emisiones de gases de efecto invernadero, eliminaremos el consumo de refrigerantes dañinos y ahorraremos energía, lo que impactará positivamente en el medio ambiente y en los costos operativos de las empresas”.

La Unidad Ozono y el PNUD continuarán trabajando para que esta iniciativa sea un ejemplo exitoso de cómo Chile puede avanzar en la protección ambiental mientras fortalece su desarrollo productivo.

Impacto y beneficios del proyecto

El Proyecto bombas frío-calor, permite:

  • Eliminar refrigerantes con alto impacto ambiental.
  • Reducir el consumo de energía eléctrica.
  • Minimizar el uso de combustibles fósiles en procesos productivos.
  • Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Generar ahorros operativos significativos para las empresas.

Se espera que los resultados de esta iniciativa sirvan como modelo para otras industrias en Chile y la región, promoviendo una transición hacia prácticas más sostenibles que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía del país.

Publicado en Noticias.