Entre el 7 y 11 de julio, en Bangkok, Tailandia, se llevó a cabo una nueva reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta de las Partes en el Protocolo de Montreal, sobre las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono. En la instancia, también se abordaron temas como el control del comercio ilegal de refrigerantes, vigilancia atmosférica de sustancias controladas y vías para enfrentar residuos de sustancias, principalmente refrigerantes, que amenazan el clima y la capa de ozono.
En el marco del 47º Reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta (OEWG47) del Protocolo de Montreal, Chile participó activamente en las discusiones sobre el manejo sostenible de las sustancias controladas por este instrumento internacional, en una iniciativa centrada en la gestión del ciclo de vida de los refrigerantes y sus residuos. La delegación chilena, estuvo compuesta por Osvaldo Álvarez Pérez, diplomático del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Claudia Paratori Cortés, coordinadora de la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente.
Propuesta regional
Cuba, República Dominicana y Chile presentaron una propuesta conjunta orientada a fortalecer el abordaje del problema emergente de los bancos (o acumulaciones) de sustancias controladas usadas o no deseadas. La propuesta —que fue bien recibida por las partes y será considerada en la próxima Reunión de las Partes (MOP37) en noviembre— solicita, entre otros, que el Panel de Evaluación Tecnológica y Económica (TEAP) analice los inventarios y planes de gestión nacional que los países están desarrollando, con el objetivo de dimensionar el problema y analizar las estrategias de gestión de los refrigerantes.
“Esta propuesta refleja una preocupación compartida en la región de América Latina y el Caribe, y la necesidad de abordar los bancos de sustancias obsoletas que representan riesgos para la capa de ozono y para el clima. Esperamos que esta propuesta prospere para que el Panel de Evaluación pueda mostrar la magnitud del problema de los residuos de sustancias controladas en nuestros países, y así orientar futuras decisiones de las Partes”, señala Claudia Paratori Cortés.
Además de esta iniciativa, las discusiones del OEWG47 abarcaron temas como la reposición del Fondo Multilateral para el período 2027–2030, crucial para apoyar la eliminación progresiva de hidroclorofluorocarbonos (HCFC) en los países en desarrollo como Chile, y el cumplimiento de la meta de reducción del 10% del consumo de hidrofluorocarbonos (HFC) del Protocolo de Montreal. También se avanzó en la discusión sobre la gestión del ciclo de vida de los gases refrigerantes, con especial atención en su recolección, reciclaje y eliminación, mencionando las alternativas de bajo potencial de calentamiento global, como parte del cumplimiento de la Enmienda de Kigali.
En cuanto al control del comercio ilegal de gases refrigerantes, las partes debatieron nuevas formas de fortalecer los sistemas de licencias, monitoreo y cooperación internacional para detectar y prevenir el tráfico ilícito de sustancias controladas. También, se hizo una revisión de la pertinencia del uso de un 2,5% de la línea base de HCFC, distribuidos en el período entre 2030 y 2039, exclusivamente para usos específicos en mantenimiento de equipos existentes, como parte de la etapa final de eliminación de estos gases.
Las negociaciones continuarán de manera informal en los próximos meses, de cara a la Reunión de las Partes (MOP37) prevista para noviembre de 2025, donde se espera avanzar en decisiones concretas para la protección de la capa de ozono y la acción climática global.
Reuniones bilaterales
Como parte de la agenda, Chile también sostuvo reuniones bilaterales con la Secretaría del Fondo Multilateral, ONUDI, la Secretaría del Ozono, y la Delegación de Paraguay. En ellas se avanzó en aspectos técnicos del proyecto KCEP “Promoción de la eficiencia energética en cámaras de frío y vitrinas refrigeradas”, en la inclusión de Chile en el piloto de la plataforma web Kigali Sim para analizar tendencias en el consumo de HFC, y en iniciativas de género en refrigeración.
La participación activa y técnica de Chile en esta reunión posiciona al país como un actor comprometido con la implementación de la Enmienda de Kigali y el cumplimiento del Protocolo de Montreal.