Compromisos internacionales

Protocolo de Montreal

El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos multilaterales medioambientales de mayor éxito a nivel internacional, ya que a la fecha ha eliminado el uso de la mayoría de los gases dañinos para la Capa de Ozono.

El Protocolo de Montreal es el histórico acuerdo ambiental multilateral que regula la producción y el consumo de las sustancias químicas artificiales causantes del agotamiento de la capa de ozono estratosférico. La Capa de Ozono es el escudo que protege a los seres humanos y al medio ambiente de los niveles dañinos de la radiación ultravioleta del sol.

El Protocolo incluye disposiciones relacionadas con medidas de control, cálculo de los niveles de control, control del comercio con países que no son Partes, situación especial de los países en desarrollo, asistencia técnica, entre otros temas. Las sustancias controladas por el tratado se enumeran en los Anexos A (CFC, halones), B (otros CFC totalmente halogenados, tetracloruro de carbono, metilcloroformo), C (HCFC), E (metilbromuro) y F (HFC).

Enmienda de Kigali

Reducción paulatina del uso, producción y consumo de HFC.

La enmienda de Kigali es una de las cinco enmiendas del Protocolo de Montreal, acuerdo internacional suscrito por 198 países, incluido Chile, el 16 de septiembre de 1987. Dicho Protocolo busca eliminar la producción y el consumo de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) y con la Enmienda de Kigali, reducirá además la producción y el consumo de los hidrofluorocarbonos (HFC), que son potentes gases de efecto invernadero. Entendiéndose por consumo, la suma de las importaciones y la producción, menos las exportaciones.

Las SAO y los HFC son usados principalmente como gases refrigerantes en equipos de refrigeración y aire acondicionado, también en la fabricación de espumas de poliuretano (utilizada para aislación térmica) y, en menor magnitud, como propelente de aerosoles y extintores de incendios. Se estima que la Enmienda de Kigali reducirá más del 80% de la producción y el consumo de HFC en los próximos 30 años y con ello, contribuirá a evitar el aumento de hasta 0,4°C de calentamiento global hacia el final de este siglo.

La Enmienda entró en vigencia el 1 de enero de 2019 y establece medidas para reducir la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos (HFC), gases de efecto invernadero que contribuyen fuertemente al calentamiento global. Para esto, la Enmienda establece una línea base y calendarios diferenciados para la disminución de estas sustancias, para los países desarrollados y los países en desarrollo.

La Enmienda de Kigali en cifras

Convenio de Viena

La Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono se adoptó en 1985 y entró en vigor en 1988. En el año 2009 la Convención de Viena se convirtió en la primera Convención de cualquier tipo en lograr el respaldo universal. Los objetivos de la Convención eran que las Partes adoptaran medidas legislativas o administrativas contra actividades que pudieran tener efectos adversos en la capa de ozono. Lo anterior se lograría a través de observaciones sistemáticas, investigación e intercambio de información.

La Convención de Viena no requería que los países tomaran medidas concretas para controlar las sustancias agotadoras de la capa de ozono. Como parte importante del régimen internacional del ozono, la Convención de Viena brinda un foro para el debate sobre la investigación científica y las observaciones de la capa de ozono.

Las partes de la Convención de Viena se reúnen una vez cada tres años con las partes del Protocolo de Montreal, para tomar decisiones sobre la administración de la Convención.