El 20 de agosto de 2024 se llevó a cabo la firma del segundo Acuerdo de Producción Limpia del Sector Industria Procesadora Láctea Sustentable, bajo el Programa Chile Origen Consciente. La Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente fue parte de la negociación de este acuerdo que, entre sus componentes, busca gestionar el uso de gases refrigerantes de manera de avanzar hacia el uso de tecnologías sustentables con el clima.
En el marco de la lucha contra el cambio climático y la protección de la capa de ozono, la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente ha implementado diversas acciones enfocadas en la gestión de gases refrigerantes HCFC para dar cumplimiento a las metas del Protocolo de Montreal.
Uno de los hitos más recientes en esta materia, fue la firma del Acuerdo de Producción Limpia (APL) del sector lácteo, que marca el compromiso de la industria con la reducción de su huella ambiental. Uno de los componentes de este acuerdo, cuya negociación contó con la participación de la Unidad Ozono, promueve la sustitución gradual de los gases refrigerantes HCFC en las instalaciones de procesamiento lácteo, priorizando el uso de alternativas más amigables con el medio ambiente.
“Estos gases tienen un alto potencial de calentamiento global, por lo tanto, su control y reducción es una tremenda oportunidad para contribuir a la mitigación de gases de efecto invernadero. Se busca que el sector lácteo no solo cumpla con los compromisos nacionales e internacionales en materia de cambio climático, si no que también adopte tecnologías y procedimientos que minimicen el impacto ambiental a largo plazo”, señala Lorena Alarcón, profesional de la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente.
Gestión de HCFC
Estas acciones buscan reducir el impacto ambiental de gases HCFC, que tienen un alto potencial de agotamiento de la capa de ozono y contribuyen al calentamiento global. Como parte de estos esfuerzos, la Unidad Ozono ha llevado a cabo diversos talleres y capacitaciones dirigidos a técnicos, ingenieros y operadores de sistemas de refrigeración, enfocados en la correcta manipulación y sustitución de los gases HCFC. De esta forma, se busca no solo reducir el uso de estos gases, sino también fomentar una cultura de responsabilidad ambiental en el sector, a través de la adopción de buenas prácticas.
Asimismo, en alianza con empresas y organizaciones del sector, la Unidad Ozono ha promovido la adopción de tecnologías de refrigeración que utilizan gases con bajo o nulo potencial de agotamiento de la capa de ozono. Estas iniciativas han incluido la instalación de sistemas de refrigeración más eficientes y la reconversión de equipos en instalaciones industriales, como el caso del sistema de refrigeración industrial de Marine Farm, o de CO2 transcrítico en supemercados.
Para facilitar la transición hacia alternativas más sostenibles, se ha trabajado en la creación de incentivos económicos y técnicos que apoyen a las empresas en el proceso de reconversión de sus sistemas de refrigeración. Estos incentivos incluyen subsidios para la adquisición de nuevos equipos y asesoría técnica especializada.
Estas acciones concretas demuestran el compromiso del país, en la gestión responsable de los gases HCFC y en la protección de la capa de ozono, al mismo tiempo que se busca mitigar los efectos del cambio climático en Chile.