La capa de ozono actúa como un escudo protector de la radiación ultravioleta proveniente del sol. Si la cantidad de radiación ultravioleta que llega a la Tierra es alta puede ocasionar importantes problemas, tanto para los seres humanos como para la biodiversidad. El agotamiento de la capa de ozono se produce como consecuencia del uso antrópico de diversos componentes llamados sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO).
Chile, un país particularmente vulnerable a este problema debido a que se encuentra ubicado cerca del llamado agujero de ozono antártico, ha contribuido con el esfuerzo global por recuperar la capa de ozono, ratificando el Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal con todas sus enmiendas, y cumpliendo los compromisos de reducción de consumo de SAO.
Desde hace más de 20 años, la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente, tiene como misión asegurar el cumplimiento del Protocolo de Montreal (PM) a nivel nacional, actuando como punto focal de dicho acuerdo, proponiendo y generando normativa aplicable al control de las sustancias reguladas por dicho Protocolo. A la fecha se han elaborado 23 documentos normativos mayoritariamente dirigidos al sector de aire acondicionado, refrigeración y climatización, que el que el más utiliza las sustancias que son controladas por el PM.
Dentro de la regulación nacional, la más importante es la ley 20.096, conocida como “Ley Ozono”, que entró en vigencia el 23 de marzo de 2006 y establece mecanismos de control aplicables a todas las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) y medidas de difusión, evaluación, prevención y protección frente a la radiación ultravioleta.
Durante este periodo, también se han diseñado y ejecutado 35 proyectos de inversión y de asistencia técnica, complementados con actividades de difusión y sensibilización, los cuales han sido apoyados por el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, y entregados al país a través de agencias implementadoras internacionales (PNUMA, PNUD, ONUDI, Banco Mundial) o agencias bilaterales, como Environment Canada.
En forma complementaria, se han ejecutado iniciativas que unen la protección de la capa de ozono con la protección del clima, con enfoque en la conversión de sistemas hacia alternativas que no afecten ambos parámetros ambientales.
Los esfuerzos de Chile, en conjunto con el resto de los países firmantes del Protocolo de Montreal han dado frutos. Si bien entre 1979 y 2019 el tamaño o superficie máxima del agujero de la capa de ozono antártico (AOA) aumentó desde 1,1 a 16,4 millones de km2, desde el año 2000 se observa una estabilización del AOA, e incluso a partir de 2006 una tendencia a su recuperación (reducción del tamaño y aumento del espesor), aunque con significativas variaciones interanuales, lo que significaría una mejora de su capacidad de filtración de los rayos UV.
En 2019, por ejemplo, el valor del tamaño del AOA es el más bajo de los últimos 31 años, lo cual indica un resultado exitoso de la acción internacional por la recuperación de la capa de ozono.