Reducción paulatina del uso, producción y consumo de HFC
La enmienda de Kigali es una de las cinco enmiendas del Protocolo de Montreal, acuerdo internacional suscrito por 198 países, incluido Chile, el 16 de septiembre de 1987. Dicho Protocolo busca eliminar la producción y el consumo de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) y con la Enmienda de Kigali, reducirá además la producción y el consumo de los hidrofluorocarbonos (HFC), que son potentes gases de efecto invernadero. Entendiéndose por consumo, la suma de las importaciones y la producción, menos las exportaciones.
Las SAO y los HFC son usados principalmente como gases refrigerantes en equipos de refrigeración y aire acondicionado, también en la fabricación de espumas de poliuretano (utilizada para aislación térmica) y, en menor magnitud, como propelente de aerosoles y extintores de incendios. Se estima que la Enmienda de Kigali reducirá más del 80% de la producción y el consumo de HFC en los próximos 30 años y con ello, contribuirá a evitar el aumento de hasta 0,4°C de calentamiento global hacia el final de este siglo.
La Enmienda entró en vigencia el 1 de enero de 2019 y establece medidas para reducir la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos (HFC), gases de efecto invernadero que contribuyen fuertemente al calentamiento global. Para esto, la Enmienda establece una línea base y calendarios diferenciados para la disminución de estas sustancias, para los países desarrollados y los países en desarrollo.
La Emnienda de Kigali y la Convención de Cambio Climático
La Enmienda de Kigali busca la eliminación de los HFC como Gases de Efecto Invernadero (GEI), situando al Protocolo de Montreal en línea con los compromisos de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés) y su Acuerdo de París (ratificado por Chile el 10 febrero 2017), bajo el cual los países se comprometen a reducir sus GEI, lo cual es impulsado junto con la reducción de los HFC acordada en
Kigali.
Por estas razones, la eliminación de los HFC aporta en:
- La disminución directa de los GEI, mediante la reducción del consumo de los HFC y de las SAO, protegiendo así la Capa de Ozono y aportando a la estabilidad climática.
- La disminución indirecta de los GEI a través del mejoramiento de la eficiencia energética de equipos de refrigeración y aire acondicionado (RAC).
- La promoción de tecnologías más eficiente en términos de sustancias “limpias”, materiales reciclables y bajo uso de energía.
- La destrucción adecuada de equipos, sustancias y productos, mediante la promoción de tecnologías adecuadas ambientalmente, de uso nacional o regional.
Protocolo de Montreal, el acuerdo de mayor éxito
El Protocolo de Montreal es el acuerdo multilateral medioambiental de mayor éxito a nivel internacional. A la fecha, ha eliminado el uso de casi un centenar de gases dañinos para la Capa de Ozono, con una importante contribución en la mitigación del cambio climático. La evidencia presentada en la última evaluación científica del agotamiento de la capa de ozono, presentada por ONU Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial y la Comisión Europea, muestra que en partes de la estratósfera la capa de ozono se ha recuperado a una tasa de 1 a 3% por década desde el año 2000. A las tasas proyectadas, se espera que la capa de ozono del hemisferio norte y de latitud media se recuperare completamente para la década del 2030, seguido del hemisferio sur en la década del 2050 y de las regiones polares en 2060.
El protocolo de Montreal ha sido enmendado en 5 oportunidades:
- Enmienda de Londres: adoptada el 29 de junio de 1990, ratificada por Chile en abril 1992, que incluyó medidas de control para los CFC totalmente halogenados, el tetracloruro de carbono, y el metilcloroformo; e incorporó al Fondo Multilateral como mecanismo financiero del Protocolo.
- Enmienda de Copenhague: adoptada el 25 de noviembre de 1992, ratificada por Chile en enero de 1994, que incluyó medidas de control para los HCFC, HBFC y bromuro de metilo.
- Enmienda (Ajuste) de Montreal: adoptada el 17 de septiembre de 1997, ratificada por Chile en junio de 1998, que ajustó algunos los calendarios de producción y consumo.
- Enmienda de Beijing: adoptada el 3 de diciembre de 1999, ratificada por Chile en mayo del año 2000, que agregó medidas de control al bromoclometano.
- Enmienda de Kigali: adoptada el 15 de octubre de 2016 en la ciudad de Kigali, Ruanda, y ratificada por Chile en septiembre de 2017, que incorpora medidas de control a la producción y el consumo de HFC.
La Enmienda de Kigali en cifras
- La Enmienda de Kigali podría evitar hasta 0,4 °C de calentamiento global para fines de ese siglo.
- En más de un 80% se reducirá el uso, la producción y el consumo proyectado de hidrofluorocarbonos (HFC) durante los próximos 30 años.
- 70 países (al 29 de abril 2019) ya han ratificado la Enmienda y se espera que más se sigan uniendo.
- Permitirá la mitigación climática más grande, rápida y segura disponible en el corto plazo.
- El calendario de reducción de HFC prevé que los países desarrollados inicien su reducción en el año 2019 y lleguen a un 85% de reducción en el 2036.
- Por su parte, los países en desarrollo como Chile, iniciarán su transición en el 2024 para alcanzar una reducción del 80% en el 2045.