Roxana Salgado, técnica del área RAC: “No se guíen por los prejuicios de la gente, porque al final, si uno conoce sus propias capacidades, puede llegar muy lejos”

Roxana Salgado trabaja hace 8 años como técnica especialista del área de climatización de la empresa Termofrío. En ese lugar hizo su práctica y desde entonces se desempeña en labores fundamentalmente relacionadas con la mantención de sistemas de aire acondicionado en edificios corporativos; además, fue una de las primeras mujeres en obtener la certificación del Centro de Evaluación y Certificación de Competencias Laborales FRIOCALOR de la Cámara Chilena de Refrigeración y Climatización, y también ha participados en los cursos de Buenas Prácticas que realiza la Unidad Ozono del Ministerio del Medio Ambiente. Conversamos con ella sobre su trabajo y sus desafíos profesionales.

¿Cuál fue tu primer acercamiento al área de la refrigeración y el aire acondicionado?

“Estudié mi carrera en el Liceo Sergio Silva Bascuñán de la comuna de La Pintana, ahí me titulé como técnica en aire acondicionado. La verdad es que siempre me llamó la atención esta carrera sobre todo por las múltiples funciones que tiene y ofrece. Por ejemplo, conocer sobre temas mecánicos y eléctricos era algo que siempre me había llamado la atención; incluso acá tuvimos que aprender sobre biología y química, ya que, al estar trabajando con áreas como la refrigeración y climatización, era necesario conocer, por ejemplo, el estado de conservación de una fruta. Todo eso me interesó mucho desde el comienzo”.

¿Tuviste dificultades para sacar adelante tu carrera?

Al principio no fue fácil, me costó mucho, porque cuando estaba estudiando quedé embarazada y tuve que congelar un año mi carrera. La opción que me dio en ese momento el Liceo fue estudiar otra cosa, pero yo tenía claro que esta era el área que me gustaba y preferí congelar y volver. Estudiar con una bebé fue algo muy complejo, sobre todo cuando tuve que salir a hacer la práctica y después a trabajar, porque me tuve que separar de ella, pero también pensaba que mi hija me daba ese impulso que necesitaba para seguir adelante, porque al final las cosas que uno hace también son para ella. Ahora ella tiene 9 años y estoy orgullosa de la decisión que tomé aún cuando fue muy difícil al comienzo.

¿Cómo ha sido trabajar en un sector donde la mayoría de los técnicos son hombres?

“Como mujer ha sido complejo tener un trabajo de estas características, ya que quienes se desempeñan en el área son mayoritariamente hombres, y aunque a veces hay gente que te felicita y apoya, también hay quienes no confían en que tu trabajo pueda ser igual de bueno. Yo he tenido la suerte de contar con un jefe, supervisores y compañeros de trabajo que siempre han estado para apoyarme y ayudarme a salir adelante, y eso es muy importante en una carrera donde abundan los prejuicios que antes le decía”.

¿Te ha tocado vivir alguna experiencia concreta de desconfianza en tu trabajo?

“Como te explicaba antes, nosotros nos encargamos de las mantenciones y reparaciones del aire acondicionado en edificios corporativos. Me pasó que en una ocasión estábamos realizando un trabajo en una clínica del sector oriente de Santiago, éramos un grupo grande y yo era la única mujer. Y pasó que había un doctor que no creía que yo pudiera arreglar un equipo. Mis compañeros me apoyaron todo el tiempo y le comentaban que estaba equivocado, pero hasta que no lo arreglé no se convenció”.

Roxana confiesa que le gusta mucho su trabajo. “La prueba es que estoy aún acá, a pesar de todos los prejuicios existentes, si no me gustara tanto, hace rato lo habría dejado”. Comenta que cada día es un aprendizaje más y que el hecho que se haya podido certificar en el curso de Buenas Prácticas de la Unidad Ozono es un indicador de ello: “uno cree que no va a poder con tanta información nueva, pero siempre se puede, y lo más importante es creer que uno puede. Siempre he sido de la idea que si uno se propone algo lo consigue, pero tiene que trabajar arduamente por ello”. Confiesa que cuando fue a recibir el diploma estaban todos a su alrededor sorprendidos porque era la única mujer en la sala. “Son esos momentos en los que se siente orgullosa de las decisiones tomadas” (ríe).

¿Qué le dirías a otras mujeres que están interesadas en el área de la refrigeración y el aire acondicionado?

Si pudiera decirle algo a las estudiantes que quieren aventurarse en esta profesión, o en cualquiera otra que tradicionalmente haya sido un terreno masculino, que no se guíen por los prejuicios de la gente, porque al final si uno conoce sus propias capacidades puede llegar muy lejos; y que no dejen que nadie le diga que no se puede.

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